¿Qué sería de
la vida sin música? La música está presente en innumerables aspectos de nuestra
vida cotidiana, nos evoca recuerdos, nos provoca emociones, nos acompaña en
multitud de celebraciones a lo largo de nuestras vidas y forma parte de nuestro
patrimonio cultural transmitido de generación en generación a lo largo de la
historia. Es por ello que debemos situar la enseñanza musical en un lugar
pedagógico de primer orden que con todo merecimiento ostenta.
En nuestro
centro Batería de San Juan, la clase de Iniciación Musical es impartida desde
las más tempranas edades. La importancia
de esta enseñanza resulta primordial si atendemos al campo afectivo y emocional
que produce la música en niños de tan corta edad.
La enseñanza
musical en las clases de infantil de 3 y 4 años está enfocada principalmente al
descubrimiento del paisaje sonoro, al reconocimiento de diferentes timbres de
sonidos propios del entorno, a la noción de silencio, a la diferenciación de
ruido y música y a la presentación de algunos de los instrumentos musicales más
fácilmente manipulables por los alumnos: los instrumentos de percusión
(triángulo, pandereta, tambor, xilófono, campanas…). El simple hecho de manipular un instrumento
de música y poder descubrir de esta forma sus propiedades sonoras resulta toda
una experiencia en estas edades.
El juego
musical, los cuentos acompañados de música, la dramatización y las canciones propias
al mundo infantil nos proporcionan una base sobre la cuál edificar valores universales
al tiempo que socializan, juegan, cantan, ríen y se emocionan. Tal es el poder
de la música.
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